EL HECHO Y SU CONTEXTO
Una exposición en la Catedral de Barcelona acoge una muestra fotográfica que pone luz a este enigma
 Susana Higueras11/04/2002

 

Hasta el 21 de abril se podrá visitar en el Museo Diocesano de la Pia Almoina, junto a la Catedral de Barcelona, una exposición sobre el Santo Sudario de Oviedo (Asturias) en la que se establecen las conexiones de este lienzo con la Sábana Santa de Turín y con el Jesús histórico. La muestra, que posteriormente viajará a Valencia y tal vez a otras capitales españolas, recoge las investigaciones realizadas por el Centro de Sindonología Español sobre este trozo de tela vinculado a la pasión y muerte de Cristo.

El Sudario y la Sábana Santa se veneran en Oviedo y Turín respectivamente por ser los lienzos con los que se pudo haber amortajado a Jesús tras su calvario y crucifixión. "De la existencia de dos paños funerarios ya nos habla Juan (20,7)", indica Jorge Bardavío, secretario de la delegación catalana del Centro de Sindonología Español. El Sudario, una especie de pañuelo, se utilizó para cubrir el rostro de un hombre crucificado en el momento de su descenso de la cruz. Posteriormente fue retirado y este hombre se recubrió con una Síndone, una especie de sábana, que le envolvía de pies a cabeza y por delante y detrás. Las investigaciones que se vienen realizando desde hace 40 años se han trazado el objetivo de averiguar la veracidad o no de estos lienzos, así como si ambos pertenecieron a la misma persona y si ésta fue Jesús. Como veremos, a la luz de los datos que arrojan los estudios, la hipótesis de que el hombre del Sudario, el de la Síndone y Jesús de Nazaret sean la misma persona no es en absoluto descabellada y sí acorde con lo que la tradición y la ciencia aseguran.

El Sudario de Oviedo

Esta reliquia, que se expone en la Catedral de Oviedo, es un trozo de tela de lino de 86 x 53 centímetros., arrugada y con manchas de sangre. Se trata de un sudario al estilo hebreo que se utilizó siguiendo las normas de Sanedrín, es decir, envolvió el rostro deformado de un hombre cadáver tal y como obligaba la ley judía de entonces. Históricamente, según diversos manuscritos de la época, el Santo Sudario abandonó Jerusalén en el año 614, momento en que los cristianos huyeron de esta ciudad que había sido conquistada por los persas trasladando consigo la sagrada mortaja al noreste de Francia, a Bélgica y finalmente a Toledo, que entonces era la capital visigótica. Con la invasión de los árabes en el 711, los cristianos se instalaron en el norte de España y guardaron el Sudario en un monte cercano a la actual Oviedo. Ya entrado el año 800, el Sudario se instaló en la Catedral de San Salvador, donde ha permanecido hasta la fecha. En las peregrinaciones medievales del camino de Santiago, era un lugar de visita obligada hasta tal punto que se declamaban unas coplillas para quienes se saltaban esta cita: ''Quien va a Santiago/ y no al Salvador/ visita al criado/ y no al Señor''.

Estudio textil, hematológico forense y dinámico reconstructivo del Sudario

Los análisis sobre el Sudario no han podido demostrar que este lienzo no cubriera el cuerpo de Jesús. Tampoco se ha podido afirmar que, ciertamente, fuera el Sudario de Cristo. Pero sí se ha concluido que el hombre del Sudario presenta tantas coincidencias con Él, con su calvario y con su muerte, que parece que estemos hablando de una misma persona. El hombre del Sudario tiene las mismas características físicas que Jesús, llevaba barba, bigote y pelo largo, fue torturado antes de su fallecimiento portando una corona de espinas, murió crucificado en posición vertical -con los dos brazos abiertos y elevados y un punto de apoyo en sus pies- y la causa de su muerte fue la misma que Cristo: asfixia por edema pulmonar agudo.

El Sudario presenta una manchas en el anverso y en el reverso, no siendo estas últimas observables ya que esta reliquia se expone enmarcada. Las manchas del Sudario son de sangre humana, del grupo AB positivo, grupo que se corresponde con el de la sangre encontrada en la Síndone de Turín. Señalar también que este tipo de plasma es infrecuente en España y Europa y común entre los semitas.

De entre las diferentes manchas que contiene el Sudario, destaca, por un lado, la mancha principal del anverso, la más grande. Es simétrica, encaja con un rostro y aparece invertida como en un espejo. Al ser el rostro tridimensional, es necesario arrugar el lienzo sobre una cabeza para ver cómo concuerda. Entonces, haciendo las oportunas correcciones de la tridimensionalidad, gracias a esta mancha y a las arrugas, que marcan el eje de simetría, se puede reconstruir parcialmente una imagen que coincidiría con la que se dibuja en la Síndone. Por otro lado, en el reverso se observan una serie de perforaciones dispuestas parabólicamente que guardan relación con pequeñas manchas de sangre. Estas manchitas, hasta cincuenta, tienen el mismo ángulo de caída y fueron producidas por objetos punzantes, posiblemente una especie de casquete de espinas que provocó heridas en el cuero cabelludo hasta hacerlo sangrar.

En referencia a los elementos hallados en el Santo Sudario, es destacable la presencia de aloe y mirra -recordemos en este sentido que el Evangelio indica que el Sudario de Jesús fue rociado con estos dos componentes- así como de algunos pólenes y tierra que, gracias a su concordancia con pólenes contenidos en fósiles petrificados, se han podido datar e identificar comprobándose que corresponden geográficamente a la región de Jerusalén, al desierto de Anatolia y al Mar Muerto. Estos lugares forman parte del itenerario que siguió el Sudario de Oviedo, como hemos visto a propósito de su recorrido histórico. La mayoría de estos pólenes son coincidentes también con los encontrados en la Síndone.

Otros elementos analizados han sido las arrugas del Sudario. El lino es un paño en el que, si no se plancha, permanecen las arrugas a lo largo del tiempo. Algunos de estos pliegues son tan antiguos como la sangre encontrada y han permitido descubrir cómo se utilizó el Sudario y de qué forma recubrió la cabeza del difunto. En este sentido se ha puesto luz a la historia y se ha podido saber en qué consistió este rito funerario. Según el estudio dinámico reconstructivo, la sagrada lona envolvió al muerto en dos posiciones y momentos diferentes para acabar finalmente bajo su cabeza, enrollada sobre sí misma y anudada en uno de sus extremos.

No existe ninguna contradicción entre los Evangelios y el resultado de las investigaciones

 

Este procedimiento funerario, así como la existencia de un sudario, está explicado en parte en las Escrituras a propósito de la muerte de Lázaro (Jn 11,44) y de Jesús (Jn 20,7). Además, se encuentra expresamente detallado en un texto de Nonnos de Panópolis (400-470 d.C.), escritor del Alto Egipto, en el que consta que el Sudario se anudó y se enrolló colocándose en la parte trasera de la cabecera de Jesús. Las referencias que encontramos en los sagrados textos, según ha señalado Jorge Bardaviu, concuerdan con los resultados de los estudios científicos hasta el extremo que se puede afirmar que ''no hay ninguna contradicción entre lo que dicen los cuatro evangelistas y las investigaciones hechas en los dos lienzos''.

Con todo ello, se puede determinar que el Sudario de Oviedo y la Síndone de Turín pudieron cubrir el mismo cadáver y que éste fue posiblemente, el de Jesús. Como argumenta el doctor Alfonso Muños-Cobo, miembro del Centro Diocesano de Sindonología Giulio Ricci, si en vez del Sudario de Jesús estuviéramos hablando del de otro personaje histórico, Felipe V por ejemplo, a la vista de las investigaciones a las que ha sido sometido, ''nadie dudaría que se trata del sudario del Rey español''.


Referencias a la Sábana Santa en el Nuevo Testamento: Mt 27,59; Mc 15,46; Lc 23,53

Referencias al Sagrado Sudario en el Nuevo Testamento: Jn 20,7

Centro de Sindonología Español. Estudio y difusión de la Sábana Santa de Turín, el Santo Sudario de Oviedo y otras reliquias (en español, inglés, francés y alemán): http://www.linteum.com/

Centro de Sindonología Giulio Ricci. Ricci fue el primero en establecer una conexión entre las manchas de la Síndone de Turín y las del Sudario de Oviedo (en italiano): http://www.sindonologia.it/corso.html

Completa e interesante información sobre la Sábana Santa de Turín, que recibe aquí el nombre de Santo Sudario de Turín (en español): http://www.aciprensa.com/sudario.htm